A los que practicamos boxeo se nos insiste en que la postura de guardia es sagrada. Ni siquiera cuando el rival está grogui, listo para recibir el golpe final, debe romperse, pues basta un simple estiramiento del brazo para que te partan la mandíbula. Aunque la tentación de la épica sea grande, aunque hayas boxeado […]
Leer másSuspiros de España (y Cataluña)
